me sentía bien, por no digerir dicha comida.
Me acercaron un tacho de lata, para que el impacto hiciera más ruido.
También vomité mariscos con aros de cebolla morada
hasta que logre que lo que expelía fuese un algo tibio e uniforme.
Parecía comida de bebe.
Las piedras que salían de mi estómago y atravesaban mi garganta, no me dolieron.
Tenía su dejo de placer. Sobre todo por las calorías. Pero las piedras en el cuerpo me iban a hacer mal.
En realidad estaba un poco mareada y un poco ansiosa
No querían que me conociesen así, vomitando.
- ¿Quiénes?
Ah, sobre las fuentes de información me refiero.
Quizás debería empezar a acostumbrarme y tratarlos con el brillo
Sin embargo, uno que se enamora de sus fuentes
Y siempre trato de acercarme a fuentes que me gustan. Eso me da fobia.
Pero en realidad estaba un poco mareada. Estaba un poco ansiosa.
Como fui a dormir en mi cama
me junte con un grupo de militantes de izquierda.
En realidad me los crucé cuando bajaba las escaleras de la facultad de medicina. Ahí en Marcelo T.
No sé que hacía yo ahí
Quizás necesitaba ir al médico,
o ir a un calmante.
Siempre tengo esa misma vitamina hace tres años en el mismo cofre. Nunca la toque.
Ah el cofre sí. El que es de, es de made in Isrrael. Linda, linda.
Bajaba y ellos subían. Así que también subí las escaleras
Fuimos al segundo piso. Estaba la sucursal de la Aseguradora La Caja.
Claro que los de la agrupación de izquierda me convencieron. Y no era la primera vez. Si nos anotamos todos sale $13 por mes. El seguro seguro.
Una cosa barata. Menos de 1 dolar
y yo necesito asegurar.
Pero esperamos mucho
no vino nadie, me rendí. No necesito asegurar nada, no estaría mal, pero quiero.
No hablé mucho. Tampoco eran mis fuentes. No me marié.
Hoy desperté. Agarre mi celular con quién duermo
debajo de mi almohada
También estaba Benito, el osito arias máquina para dar abracitos.
Activé el Wifi. La Caja aseguradoras me había mandado un mail.
Era spam
